Línea de investigación en una tesis: definición, ejemplos y cómo elegirla

Según Hernández Sampieri et al. (2014) una línea de investigación se refiere a una temática o conjunto de temas que se exploran dentro de un área del conocimiento de manera continua y organizada. Es el camino a seguir para abordar preguntas o problemas específicos, con el fin de generar nuevos conocimientos o soluciones dentro de esa disciplina.  

Dentro de este contexto ejemplo de línea de investigación podría ser el impacto de la digitalización en la eficiencia operativa de las PYMES. Esta línea exploraría cómo la adopción de tecnologías digitales mejora la gestión, la productividad y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.

Para algunos estudiantes es difícil definir su línea de investigación para tesis. Sin embargo, como parte de nuestro servicio de asesoramiento de tesis, les ofrecemos orientación personalizada para identificar áreas clave de interés, formular preguntas de investigación claras y explorar temas relevantes dentro de su campo.

En esta publicación, queremos ayudarte a comprender mejor la línea de investigación en una tesis. Por lo que compartimos los pasos clave para su definición: 

1. Identifica tus intereses personales y académicos 

Según Hernández Sampieri et al. (2014) la motivación es crucial, ya que una investigación que te resulta atractiva te impulsará a superar los posibles obstáculos que se presenten en el camino. Por otro lado, también es necesario que dicha línea sea acorde a tu área de estudios y, según Vara-Hora (2012) que además sea relevante académicamente, puesto que debe contribuir con el avance del conocimiento dentro del campo. 

2. Revisa el material bibliográfico existente

Conocer los estudios previos sobre el tema, las teorías existentes y las lagunas de conocimiento es fundamental. Hernández Sampieri (2014) subraya que, dependiendo de la cantidad de investigación previa, es posible identificar áreas que aún requieren exploración o nuevos enfoques. En la misma línea, Vara-Hora (2007) señala que las brechas de conocimiento y las áreas poco investigadas representan oportunidades para aportar valor con tu investigación.

3. Comprueba la viabilidad de los temas de tu interés dentro de la línea de investigación

Según Hernández Sampieri et al.  (2014), es crucial evaluar los recursos necesarios, como el acceso a bibliografía, datos y herramientas, así como la factibilidad de llevar a cabo la investigación dentro del tiempo disponible. Además, es importante asegurarse de que el tema pueda ser abordado con los medios y conocimientos a tu alcance, garantizando que la investigación sea viable con los recursos disponibles en tu institución o entorno.

4. Verifica la relevancia del tema

Vara-Hora (2012) señala que un buen tema de investigación debe ser relevante tanto en tu disciplina como en el contexto profesional. Al elegirlo, reflexiona sobre cómo tu trabajo puede resolver problemas concretos, contribuir a nuevas teorías o proponer soluciones innovadoras. En este sentido, Hernández Sampieri et al.  (2014) destaca que una investigación de calidad no solo responde a preguntas, sino que también abre la posibilidad de generar nuevas interrogantes.

5. Consulta con asesores y expertos

Si tienes problemas para definir tu línea de investigación, también resulta útil compartir tus ideas con otras personas de tu campo.  De esa manera podrás acceder a perspectivas adicionales sobre la viabilidad y relevancia del tema, guiándote a estructurar tu investigación de manera sólida.